La preparación es clave pero, “reconocer que estás nervioso es un arma a tu favor, no una flaqueza”.
Cuando me entrevistaban para ser “tutora de empleo” puse en práctica ese consejo. No lo hice porque lo conociera y quisiera aplicarlo, sino por pura necesidad.
Antes de pasar a ser entrevistada por el triunvirato que iba a decidir sobre mi fututo laboral pasó mucho tiempo de espera, éramos muchas candidatas y las citas se fueron retrasando.
A lo largo de ese día, mi entrevista era por la mañana de un día agobiante de calor (la famosa ola de calor de agosto de 2003) y eran las cinco de la tarde y ahí estábamos charlando otra desconocida candidata y yo. Cuando ella salió de su entrevista comentamos las preguntas que le habían hecho y una de ellas me creó tanta incertidumbre que la estudié y preparé una buena respuesta por si acaso también me la preguntaban a mí.
Dos entrevistas más y pasé yo. Una breve salutación y entramos en materia: algunas cuestiones de mi currículo, qué es la eficacia, qué diferencia hay con la eficiencia y ¡zás! esa entrevistadora que tanto miedo me infundía suelta la pregunta. Era fácil responder, tenía preparada la repuesta y sin embargo, no conseguía localizarla en mi alborotada memoria.
Algo así es lo que pasó:
Disculpad, tengo que reflexionar, dije.
Cerré los ojos, respiré profundamente e intenté buscar esa meditada respuesta.
La preparación de la entrevista dio sus frutos y dispuse de la repuesta.
El objetivo de la preparación de la entrevista estaba logrado: di prueba de mis capacidades y superé la prueba.
Otro día os contaré como esa desconocida contrincante y yo pudimos colaborar para que cada una de nosotras lograra salir airosa de nuestra entrevista y ser contratadas como tutoras de empleo. Mi entonces rival y luego buena colega y amiga Belinda.
2 respuestas
Qué interesante historia, y además como propia experiencia. Cuánta gente se verá identificada y servirá a futuros aspirantes a un puesto. La colaboración en todos los ámbitos y situaciones es esencial.
Ambas habéis demostrado que el proceso de selección fue un éxito.
Parece que fue ayer…. y creo que fue anteayer. ¿O fue incluso antes?
Gracias Carlos. Me alegra que recuerdes mis inicios.
Cuando trato con demandantes de empleo siempre intento buscar una conexión con ellos, este es un ejemplo de cómo conectar y entenderlos.