He llegado a la conclusión de que cuando algo me gusta será retirado del supermercado o, si se trata de un formato televisivo, será cancelado por su cadena. Mis preferencias deben ser reprobables, incluso de pésimo gusto.
El siglo pasado – 1993 – me aficioné a una serie titulada “Buscavidas”(1) que narraba las vicisitudes de Camilo `cuando llega a España en 1992 y la espantosa realidad le hace olvidar su sueño de ser cantante de Tangos. Tras muchos intentos y andar vagando por ahí, encuentra a Fermín, un personaje muy vital con el que acabará compartiendo hogar. Sin ninguna preparación especial más que para discutir todo el día, juntos consiguen ir tirando para salir adelante´.
Tras una única temporada su emisión quedo cancelada. ¡Qué lástima! Aún recuerdo esa tragicomedia en la que los televidentes podíamos identificarnos con estos dos personajes solidarios que luchaban día a día para ganarse el pan y que a pesar de algunas amarguras eran alegres y siempre le encontraban un sentido a todo.
En mi trabajo como orientadora veo a menudo estos perfiles que yo llamo picaflores. Hoy trabajo de reponedor, mañana un curso de carnicería, opto a un puesto de soldador porque estudié la FP… A pesar de cómo los denomino los tengo en gran estima, siento una querencia especial por estos trabajadores que saben franquear los obstáculos, que no se desalientan y que una y otra vez remontan y vuelven a trabajar.
He aprendido que son resilientes.
¡Qué gran cosa esta de la resiliencia!
Hoy, al cabo de treinta años traigo a mi memoria aquellos dos vulgares buscavidas en los que me veo reflejada.“La palabra buscavidas intenta estigmatizar a unos cuantos con la falacia de dignificar a la mayoría. En realidad, todos somos buscavidas. Todos hemos trabajado en algo que no nos satisfacía. Todos hemos aguantado precisamente para mantener la vida” (mi primer trabajo…en un colegio público, sin contrato y al final del mes un sobre. Ahora ese puesto de trabajo se cubre con una persona contratada y que cotiza al desempleo. Vamos mejorando).
Pero tener ahora esa certeza del pan en la mesa todos los días ¿me da permiso para juzgar a quienes dan bandazos para buscar su sustento? No.
Me sirve de experiencia para ayudarles, para saber cómo se sienten, para acompañarles en su camino. Nada me ha preparado mejor para orientar que soñar que podemos alcanzar una vida mejor, que aún es posible tener un empleo mejor.
Considero que los orientadores para el empleo somos un hatajo de buscavidas y ganapanes.
Orientadores para el empleo, ¿os sentís vosotros picaflores? Yo desde luego sí que soy una buscavidas, aunque trasnochada y con mi silla de funcionaria bajo el culo, mantengo la memoria de lo que fui.
Espero vuestros comentarios, esta red de empleo se entreteje con el debate, no con que yo me desate y ordene mis pensamientos en un papel que luego lanzo al viento.
Me gustaría recoger vuestras experiencias como “buscavidas” y hacer nuevos guiones de aquella serie.
- Comedia emitida por Antena 3 a partir del 11 de febrero de 1993. La serie, de 1991, constaba de 26 capítulos y estaba protagonizada por Luis Brandoni, Miguel Rellán, Antonio Ferrandis y Agustín González.